MADRID - El Atlético de Madrid, donde juegan Kenti Robles y Charlyn Corral, dio un paso más en su crecimiento imparable, eliminó al Manchester City y rebasó su historia en la Liga de Campeones Femenina, por primera vez presente en los cuartos de final y ganador por eficacia, concreción y firmeza del partido de vuelta de los octavos de final (2-1).
Robles jugó como lateral y se mantuvo todo el partido, mientras que Corral se desempeño como delantera, pero salió de cambio al 75 por Meseguer.
Olympique de Lyon, Wolfsburgo, Barcelona, París Saint Germain, Bayern Múnich... Los cinco mejores clubes por coeficiente de Europa estarán en la siguiente ronda del máximo torneo continental, prevista ya para 2020. El sexto, el Manchester City, no. Porque le apartó el conjunto rojiblanco, que supera sus límites pasados.
El campeón de las últimas tres Ligas españolas aún tenía pendiente el salto a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Qué ocurrirá después en esa fase lo determinará el rival con el que quede emparejado, la mayoría de un nivel superior, y su determinación; la misma que demostró para contener, primero, y doblegar, después, a su adversario inglés.
El 1-1 de la ida ya le daba ventaja al Atlético, pero tan mínima que jugar al 0-0 era un riesgo inasumible, más aún con un oponente de tal nivel, por muchas bajas que tuviera en su compromiso o por muchas derrotas, en este caso solo dos, que haya sufrido antes de su visita al centro deportivo de Alcalá de Henares, lleno para la cita.
Hubo tres momentos clave para tomar el camino de la victoria. El primero, en el minuto 40. La mexicana Kenti Robles apuró la banda derecha, puso un centro largo, más allá del segundo palo, previsiblemente rumbo al saque de puerta si no fuera por la fe de la brasileña Ludmila Da Silva que corrió a por un balón que no iba a ninguna parte para reponerlo en juego, con el toque hacia el medio.
La sorpresa, el doble rechace inesperado en Steph Houghton, cuando el pase buscaba a Toni Duggan, terminó en la red de la portería del Manchester City para reafirmar al Atlético en un duelo que había diseñado desde la seguridad defensiva, quizá consciente de que la responsabilidad de la pelota sería más ajena que propia.
El definitivo 2-0 fue 37 minutos después. En el 67. El gol lo marcó Ángela Sosa, oportuna para el remate final, pero mucha parte del mérito correspondió a la mexicana Charlyn Corral. Su regate con la derecha desbordó a la zaga contraria, su zurdazo posterior lo repelió la portera Roebuck, su pase siguiente lo transformó Sosa.
Nada habría sido posible sin la parada previa de la mejor guardameta del mundo, Van Veelendaal, con 1-0 a favor del Atlético. Su salida frustró el gol de White y una de las mejores ocasiones de su rival, que aún le hizo sufrir al conjunto rojiblanco, con el 2-1 de Bremer en el 87 y la ofensiva rival, hacia un triunfo histórico.
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