No hace mucho tiempo atrás — tal vez hace un año, quizás seis meses — Ons Jabeur no hubiera podido recuperarse del déficit en el que se encontró durante las semifinales de Wimbledon. Abajo un set. Quiebre abajo en el segundo set. A un tris de quedar a un juego de la derrota.
Acredita a una psicóloga deportiva por ayudarle a entender cómo responder a esas circunstancias en un partido, mantener la concentración, no perder la puntería en sus tiros. Gracias en parte a eso, y su entereza en el tramo final del duelo en la Cancha Central el jueves, Jabeur alcanzó su segunda final consecutiva en el All England Club y la tercera en los últimos cinco torneos de Grand Slam.
Lo que quiere ahora es el trofeo de campeona. La sexta cabeza de serie se ganó el derecho de pelear otra vez por el título tras domar 6-7 (5), 6-4, 6-3 a Aryna Sabalenka.
“Estoy muy orgullosa de mí misma. La Ons del pasado, seguro que hubiera perdido este partido y ya estaría en mi casa”, dijo Jabeur.
La tunecina de 28 años ya ha hecho historia por ser la única mujer árabe y única del norte de África en alcanzar la final de una de las grandes citas del tenis.
“Estoy aprendiendo a transformar la energía negativa en algo positivo", I’m learning to transform the bad energy into a good one,” Jabeur al explicar su evolución como jugadora y cómo pudo sobreponerse a la furia que sintió tras perder el primer set. “Hay cosas que no puedes controlar. Puedo meter un ace en cualquier momento. Con un fuerte saque te quitan el punto de quiebre. Eso puede frustrarte un poco. Pero me pone contenta que acepto el reto y puedo sacar adelante este partido y ojalá este torneo”.
Para lograrlo, Jabeur tendrá que vencer a Marketa Vondrousova, una zurda de la República Checa, el sábado.
Vondrousova se convirtió en la primera finalista no preclasificada en Wimbledon desde Billie Jean King en 1963 tras doblegar 6-3, 6-3 a la ucraniana Elina Svitolina.
Al igual que Jabeur, Vondrousova ha estado en la final de un grande previamente. Al igual que Jabeur, nunca ha ganado uno, tocándole como adolescente consolarse con el subcampeonato del Abierto de Francia de 2019.
“Ambos tenemos hambre” dijo Jabeur.
En finales de Grand Slam, Jabeur tiene una foja de 0-2. Perdió ante Elena Rybakina en All England Club en julio pasado y luego contra Iga Swiatek en el Abierto de Estados Unidos septiembre.
El jueves, Jabeur selló su triunfo al llevarse 10 de los últimos 13 juegos. También le negó a Sabalenka (2da cabeza de serie) desplazar a Swiatek de la cima del ranking femenino. Sabalenka se presentó al partido del jueves con una marca de 17-1 en las grandes citas este 2023, incluyendo su consagración en el Abierto de Australia.
Jabeur perdía 4-2 en el segundo set cuando le encontró la manija al partido. Pero no hasta antes que Sabalenka quedó a un mero punto de irse arriba 5-3 luego que Jabeur depositó una derecha en la red y se se tiró de espaldas en el césped de la Cancha Central.
Se sacó la hierba y procedió a lograr el quiebre de servicio en ese juego para emprender su gran remontada. Al clavar una devolución de revés ganadora para forzar un tercer set, Jabeur se llevó el dedo índice derecho a su oído y lo meneó mientras cambiaba de lado.
Sabalenka empezó a fallar mucho en el tramo final. Acabó con 45 errores no forzados contra los 14 de Jabeur.
Un quiebre puso a Jabeur arriba 4-2, pero aún le quedó mucho por superar. Sabalenka, quizás la jugadora con la pegada más potente del circuito femenino, borró cuatro bolas de partido hasta que Jabeur finalmente pudo convertir con la quinta al meter un ace de 103 mph.
En la primera semifinal, Vondrousova logró llevarse siete juegos seguidos durante un lapso. La actual número 43 del ranking alcanzó la segunda final de Grand Slam en su carrera. La zurda también lo hizo en el Abierto de Francia de 2019 cuando era una adolescente.
“Estaba hecha un manojo de nervios”, dijo Vondrousova, quien se arrodilló en la raya de fondo tras su triunfo. “Jugué nerviosa todo el partido”.
Ubicada 76ta en el ranking y beneficiada con una invitación al cuadro principal, Svitolina regresó al circuito hace apenas tres semanas tras dar a luz a una bebé. Luego de sorprender a Swiatek en los cuartos de final, Svitolina intentaba convertirse en la primera mujer de Ucrania en alcanzar la final de un grande y contó con el sonoro aliento de miles en las gradas, un aplauso que retumbó con el techo cerrado de la Cancha Central.
“Es una tremenda guerrera”, dijo Vondrousova, quien dominó 22-9 en el registro de tiros ganadores. “Y también es una excelente persona”.
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