Un gol de Deyverson en el primer tiempo extra dio el sábado al Palmeiras su segundo título consecutivo en la Copa Libertadores, imponiéndose 2-1 ante su rival brasileño Flamengo en la final del torneo continental.
El delantero del Verdao, que ingresó al final del complemento, aprovechó un grosero error del volante Andreas Pereira en la salida y se apoderó del balón. Deyverson encaró al arquero Diego Alves, venciéndolo con un remate de zurda cuando se jugaban los 95 minutos.
“El gol fue de todo el grupo”, dijo Deyverson. "Fue del Palmeiras porque el equipo salió y presionó”.
Raphael Veiga adelantó a Palmeiras a los 5 minutos y Gabriel Barbosa empató transitoriamente por el Mengao a los 72 para enviar la final a la prórroga.
La consagración de Palmeiras en el estadio Centenario de Montevideo se suma a la alcanzada el año pasado contra el Santos, en lo que fue otra final entre clubes brasileños. El equipo paulista suma su tercera copa a su vitrina para empatar a los brasileños Santos, Sao Paulo, Gremio y el Nacional de Uruguay. Flamengo se quedó a las puertas de su tercer campeonato.
Deyverson regresó a Palmeiras en junio tras una etapa de poco brillo con los clubes españoles Getafe y Alavés. Rompió a llorar tras su primer gol en esta edición de la Libertadores.
“Pasé por altibajos. Cometí errores, pero nunca bajé los brazos", dijo el delantero de 30 años.
Deyverson firmó un contrato de cinco años con Palmeiras en 2017, pero una serie de problemas dentro y fuera de la cancha propiciaron que fuera cedido a Getafe en 2020 y luego al Alavés. Muchos hinchas de Palmeiras reaccionaron en contra cuando se anunció su retorno al club.
“Quiero dar las gracias a Palmeiras, que me apoyó cuando mucha gente me crucificó antes de llegar", dijo Deyverson.
Deyverson protagonizó un momento que se hizo viral en los últimos instantes de la final al dejarse desparramar en el césped luego que el árbitro argentino Néstor Pitana le había tocado levemente en la espalda. Pitana se echó a reír ante el histrionismo del brasileño y le pidió que se pusiera de pie para seguir.
El técnico de Flamengo Renato Gaúcho se mostró abatido: “No conseguimos el resultado que queríamos... Son detalles que hacen la diferencia en el fútbol. Palmeiras no dio muchos espacios, consiguieron tranquilidad, confianza y jugaron al estilo de ellos”.
Brasil también tuvo a los dos finalistas de la Copa Sudamericana, ganada por el Athletico Paranaense ante el Bragantino.
Fue la primera vez que los cuatro finalistas de los dos certámenes de clubes de la CONMEBOL surgieron del mismo país. La conquista del Verdao fue la octava de un club de Brasil desde 2010.
Palmeiras exhibió solidez, buena defensa, sorpresa y un efectivo ataque ante un Flamengo que demostró un juego agresivo hasta el último momento.
El equipo de Abel Ferreira tomó el control del juego durante la primera mitad con unas marcas firmes y creando buenos circuitos de juego ofensivos ante un Flamengo dubitativo e impreciso.
Palmeiras se puso al frente con una bonita jugada por derecha donde Mayke desbordó, entró al área sin marca y tocó al medio del área donde apareció solo Raphael Veiga para enviarla al fondo con un remate bajo, haciendo estallar a a la tribuna cercana que gritó el gol.
La anotación inicial le hizo perder protagonismo al Mengao, a pesar del sólido pivote que tuvo en David Luiz que comandó varios ataques desde el fondo. Los intentos de Giorgian de Arrascaeta, con una oportunidad clara en el área chica a los 42, fueron permanentes.
Flamengo reaccionó en el complemento y alcanzó el empate con una combinación entre Gabi y De Arrascaeta consiguió el empate. Gabi desbordó por izquierda para luego tocar con De Arrascaeta. Fuera del área, el volante uruguayo retuvo y devolvió el balón a "Gabigol", quien definió con un disparo cruzado.
En la prórroga, la presión fue de ambos pero Deyverson robó un balón en la última línea del Flamengo y terminó superando el arco rival.
Fue el tercer título ganado por Palmeiras con Ferreira como técnico durante el último año. Además de las dos Libertadores, se alzaron con la Copa de Brasil de 2020.
“El fútbol es un juego en competencia, y por eso tenemos que felicitar al adversario, la grandeza de su club hace más grande nuestra victoria”, dijo Ferreira.
Ferreira, de 42 años, señaló que iba a reflexionar con su familia sobre seguir al mando del club.
“Voy a parar, reflexionar, sobre todo para decidir lo que es mejor para Palmeiras”, indicó.
El Verdao disputará la Copa Mundial de Clubes en Emiratos Árabes Unidos en 2022.
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