Los mercados se estremecieron el jueves y oscilaron de forma impetuosa debido a que la invasión de Ucrania por parte de Rusia amenaza con elevar aún más la inflación que asfixia a la economía mundial.
Inicialmente, las acciones cayeron al tiempo que los precios del petróleo, el trigo y otras materias primas se disparaban ante el temor de que el conflicto interrumpiera el suministro mundial. Pero los movimientos se moderaron a medida que avanzaba el día, sobre todo después de que el presidente Joe Biden dijera que quería limitar el dolor económico para los estadounidenses y anunciara nuevas sanciones que se quedaban cortas respecto a lo que algunos habían sugerido.
En Wall Street, el S&P 500 se desplomó un 2,6% al inicio de las operaciones, pero luego borró la caída y cerró ganando un 1,5%. Las mayores pérdidas se produjeron en Europa, después de que las autoridades calificaran los movimientos de Rusia como un “acto de guerra brutal”, y el DAX alemán cayó un 4%.
Más allá de su trágico coste humano, el conflicto parecía destinado a hacer subir aún más los precios de la gasolina y en las tiendas de comestibles de todo el mundo. Rusia y Ucrania son grandes productores no sólo de energía, sino también de cereales y otras materias primas.
Los precios del petróleo a ambos lados del Atlántico saltaron brevemente por encima de los 100 dólares por barril hasta sus niveles más altos desde 2014. Pero retrocedieron en gran medida después de que Biden dijera que el paquete de sanciones está “específicamente diseñado para permitir que los pagos de energía continúen”. Aunque describió las sanciones como severas, los funcionarios ucranianos instaron a Occidente a ir más allá y cortar a Rusia de un sistema crucial de pagos financieros llamado SWIFT.
Posteriormente, el precio del petróleo estadounidense se situó en 92,81 dólares, con una subida de 71 centavos en el día, muy por debajo de los 100,54 dólares que había tocado a primera hora.
Aun así, los precios subieron en todos los ámbitos, desde el combustóleo para calefacción hasta el trigo y la gasolina. Al igual que en el caso de las bolsas, los movimientos de precios fueron más bruscos en Europa que en Estados Unidos porque su economía está más vinculada a Rusia y Ucrania. El precio spot del gas natural en Europa se disparó más de un 50%.
El aumento de los precios de la energía y los alimentos podría amplificar las preocupaciones sobre la inflación, que en enero alcanzó su nivel más alto en Estados Unidos en un par de generaciones, y lo que la Reserva Federal hará a su vez para frenarla.
La Fed parece segura de que subirá las tasas de interés por primera vez desde 2018, siendo la única duda la rapidez y agresividad con la que actuará.
En el pasado, la Fed ha retrasado grandes decisiones políticas en medio de incertidumbre, como en el caso de la guerra de Kosovo y la invasión de Estados Unidos a Irak, según Goldman Sachs. Pero los economistas del banco dicen que siguen esperando que la Fed suba los tipos de forma constante en sus próximas reuniones.
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