La racha alcista de la Bolsa de Valores de Nueva York se alargó a un cuarto día el jueves, luego del indicio más reciente de que la inflación está reduciendo la presión que ejerce sobre la economía.
El S&P subió 37,88 puntos, o 0,8%, para terminar en 4.510,04, registrando su cierre más alto desde abril de 2022. El promedio industrial Dow Jones aumentó 47,71, o 0,1%, situándose en 34.395,14, y el compuesto Nasdaq avanzó 219,61, o 1,6%, con lo que terminó en 14.138,57. Las grandes empresas tecnológicas encabezaron las ganancias en la jornada.
El S&P 500 se encamina a registrar su séptima semana con ganancias de las últimas nueve, luego de que más datos sobre la economía incrementaron las esperanzas de que la inflación esté disminuyendo lo suficiente como para que la Reserva Federal ponga fin pronto a su vertiginosa racha de alzas en las tasas de interés. La inflación a nivel mayorista se ralentizó más de lo esperado en junio, y los precios pagados por los productores fueron sólo un 0,1% más altos durante el mes que un año antes. En comparación, en el verano pasado se registró una inflación de 11,2%.
El fuerte incremento inflacionario ha sido la principal razón por la que los inversores temen que se produzca una recesión, debido a lo mucho que la Reserva Federal ha subido las tasas de interés para controlar los precios. Las tasas altas socavan la inflación al desacelerar bruscamente toda la economía y perjudicar los precios de las inversiones. También pueden hacer que ciertos sectores de la economía se vean en problemas.
Los operadores están casi seguros de que la Reserva Federal subirá la tasa de interés de los fondos federales en su próxima reunión, dentro de dos semanas, a su nivel más alto desde 2001. Pero los datos de esta semana sobre la inflación también han hecho pensar a los operadores que esa será la última alza de tazas en este ciclo.
Un informe el miércoles mostró que los precios que los consumidores pagaron en junio fueron 3% más elevados que el año previo, un descenso en comparación con la inflación de más de 9% el verano pasado. Ha sido una “fresca brisa veraniega”, según lo describieron economistas del Deutsche Bank.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó de 3,86% a 3,76%.
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