Un exmiembro de los Testigos de Jehová mató a seis personas a tiros en una sala de la congregación en la ciudad alemana de Hamburgo antes de quitarse la vida tras la llegada de la policía al lugar, informaron las autoridades el viernes.
La policía no reveló los motivos del ataque del jueves por la noche, pero reconoció haber recibido recientemente una denuncia anónima que afirmaba que el hombre identificado como el agresor manifestó su enojo hacia los Testigos de Jehová y que podría no ser psicológicamente apto para poseer un arma de fuego.
Ocho personas resultaron heridas, entre ellas una mujer que tenía 28 semanas de embarazo y que perdió al bebé. El canciller Olaf Scholz advirtió que el número de muertos podría aumentar.
Aparentemente, los agentes llegaron a la sala de la congregación cuando el ataque seguía en curso y escucharon un disparo más, según testigos y autoridades. No dispararon sus armas, pero las autoridades dijeron que su intervención probablemente evitó más pérdidas de vidas en el inmueble ubicado junto a un taller de autos a unos pocos kilómetros (millas) del centro de la ciudad.
Scholz, exalcalde de Hamburgo, dijo que la ciudad estaba “estupefacta ante este acto de violencia” y “de luto por aquellos cuyas vidas fueron arrebatadas de manera tan brutal”.
Todas las víctimas eran ciudadanos alemanes excepto dos mujeres heridas, una con ciudadanía ugandesa y otra con ciudadanía ucraniana.
Las autoridades dijeron que el presunto agresor era un hombre de nacionalidad alemana de 35 años identificado únicamente como Philipp F., de acuerdo con las leyes de privacidad del país. De acuerdo con la policía, el hombre había dejado la congregación hace aproximadamente un año y medio, “voluntariamente, pero aparentemente no en buenos términos”.
Un sitio web registrado a nombre de alguien que se ajusta a la descripción hecha por la policía dice que creció en la ciudad bávara de Kempten en “un hogar evangélico estrictamente religioso”.
El sitio web, que está lleno de jerga empresarial, también cuenta con un enlace a un libro autoeditado sobre “Dios, Jesucristo y Satanás”.
Philipp F. poseía legalmente una pistola semiautomática Heckler & Koch P30, según la policía. Disparó más de 100 balas durante el ataque y el jefe de la fiscalía de Hamburgo, Ralf Peter Anders, dijo que se hallaron cientos de proyectiles más al registrar el apartamento del hombre.
Las leyes sobre armas de fuego son más restrictivas en Alemania que en Estados Unidos, pero son más permisivas en comparación con las de otras naciones europeas. Los tiroteos no son inusuales.
El año pasado, un adolescente de 18 años abrió fuego durante una conferencia multitudinaria en la Universidad de Heidelberg, matando a una persona e hiriendo a otras tres, antes de suicidarse. En enero de 2020, un hombre mató a tiros a seis personas, entre las que estaban sus padres, e hirió a otras dos en el suroeste del país, y un mes después, un tirador que publicó un discurso racista en internet acabó con la vida de nueve personas cerca de Fráncfort.
En el tiroteo más reciente en lugares de culto, un radical de ultraderecha intentó entrar por la fuerza en una sinagoga de Halle en el Yom Kippur, el día más sagrado del judaísmo, en octubre de 2019. Como no lo consiguió, abatió a dos personas que estaban cerca.
El gobierno alemán anunció planes el año pasado para implementar medidas enérgicas contra la posesión de armas de fuego por parte de presuntos extremistas y reforzar las revisiones de antecedentes. Actualmente, cualquier persona que quiera adquirir un arma de fuego debe demostrar que es apto para ello, incluso demostrar que necesita un arma. Las razones pueden incluir formar parte de un club de tiro deportivo o ser un cazador.
El jefe de policía de Hamburgo, Ralf Martin Meyer, dijo que sus agentes visitaron al hombre después de recibir una denuncia anónima en enero, alegando que estaba molesto con "los creyentes religiosos, en particular los Testigos de Jehová y su exempleador”.
Los policías dijeron que el hombre cooperó y no hallaron motivos para incautarle el arma, según Meyer.
“La conclusión es que un aviso anónimo en que alguien dice que le preocupa que una persona pueda tener una enfermedad psicológica no es en sí mismo una base para (tales) medidas”, subrayó.
Una unidad de operaciones especiales que estaba cerca llegó cinco minutos más tarde y pudo separar al agresor del resto de la congregación, explicó el ministro de Interior del estado de Hamburgo, Andy Grote.
“Podemos asumir que salvaron muchas vidas", agregó Grote durante una conferencia de prensa en la que calificó la balacera como “el peor crimen que ha vivido nuestra ciudad recientemente”.
Gregor Miesbach, que puede ver el edificio desde donde vive, se alertó por el ruido de los disparos y tomó un video de una persona que entraba al edificio por una ventana. Luego se empezaron a escuchar balazos desde el interior. Posteriormente, se ve a la persona salir del recinto hacia un patio y realizando más disparos hacia el interior.
Miesbach dijo a la cadena noticiosa de televisión NonstopNews que escuchó por lo menos 25 detonaciones. Después de que llegó la policía se oyó un último disparo unos cinco minutos después, comentó.
Los Testigos de Jehová forman parte de una Iglesia internacional fundada en Estados Unidos en el siglo XIX con sede en Warwick, Nueva York. Dicen contar con unos 8,7 millones de miembros en todo el mundo y aproximadamente 170.000 en Alemania.
Sus miembros son conocidos por sus labores evangélicas, que incluyen ir de puerta en puerta y distribuir literatura en plazas públicas. Entre las prácticas distintivas de la Iglesia están la negativa a portar armas, a recibir transfusiones sanguíneas, a saludar una bandera nacional y formar parte de un gobierno laico.
___
Moulson reportó desde Berlín. El periodista de The Associated Press David Rising en Bangkok contribuyó a este despacho.
Comments