La policía de Houston multó a un hombre por haberle dado comida a personas sin casa afuera de una biblioteca pública, causando la indignación de un grupo benéfico y desencadenando planes para impugnar una vieja ordenanza de la ciudad.
Las regulaciones de la ciudad en torno a quién puede dar alimentos gratuitos a aquellos en necesidad fueron promulgadas en 2012. La ordenanza requiere que los grupos caritativos obtengan un permiso de los dueños de propiedades si alimentan a más de cinco personas, pero esa norma no fue aplicada sino hasta recientemente, dijo el jueves Nick Cooper, voluntario del grupo Food Not Bombs.
Durante décadas, el grupo ha entregado alimentos cuatro noches a la semana afuera de la Biblioteca Pública de Houston sin que hubiera habido ningún incidente. Pero recientemente, la ciudad publicó un aviso en el sitio advirtiendo que la policía pronto empezaría a emitir multas, y la primera se produjo el miércoles por la noche.
“Lo de anoche fue algo que habíamos aguardado durante 11 años”, comentó Cooper. “Uno de nuestros voluntarios fue multado por esa ley, lo que nos da la oportunidad de impugnarla en la corte”.
El alcalde Sylvester Turner, en su discurso del Estado de la Ciudad en noviembre, dijo que quería que el grupo buscara otro lugar para entregar los alimentos.
“Vamos a recuperar la biblioteca central para que sea un entorno más limpio y atractivo para las familias y los niños”, dijo Turner, de acuerdo con el periódico Houston Chronicle. “Es un activo importante de la ciudad de Houston. Tenemos demasiados indigentes y programas de alimentación frente a Central Houston”.
La oficina del alcalde no respondió el jueves a un correo electrónico en busca de comentarios. En un comunicado anterior enviado a medios de comunicación locales, los funcionarios de la ciudad dijeron que distribuir alimentos gratuitos en la biblioteca ya no está permitido bajo las regulaciones actualizadas para eventos de servicios caritativos de alimentos en propiedad pública. Sin embargo, hay un sitio autorizado en propiedad pública que cumple con “los requisitos necesarios para un entorno seguro, limpio y respetuoso”.
“La ciudad apoya, y está agradecida, por los servicios caritativos de alimentos proporcionados a través de la ciudad”, señala el comunicado.
Cooper dijo que el sitio autorizado no es idóneo debido a que está cerca de una estación de policía. Los miembros del grupo Food Not Bombs están dispuestos a discutir alternativas, comentó, pero mientras tanto esperan salir avante en los tribunales. En 2021, un tribunal federal de apelaciones falló en favor de un grupo de Food Not Bombs en Fort Lauderdale, Florida, en un caso similar.
“Si van a tener la ley y simplemente utilizarla para amenazar e intimidar a la gente, es ya es hora de que escriban una multa por ello, porque esta ley no se va a sostener en la corte”, dijo Cooper. “Esta ley es basura”.
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