México acaba de apuntarse un tanto al lograr que se retirara de una subasta en Viena una pieza arqueológica, un yugo elaborado en roca que representa a un ser fantástico, que iba a ser vendida este viernes, informó el gobierno en un comunicado.
Se trata de un pequeño éxito en un esfuerzo por recuperar el patrimonio mexicano que no siempre ha conllevado buenas noticias para el país norteamericano.
La Galería Setdart de Barcelona, España, aparentemente subastó 35 piezas de la era colonial de México el jueves. La casa de subastas Carlo Bonte de Brujas, Bélgica, pronto ofrecerá tres y Ader, en París, subastará el 18 de marzo otras 74, incluidas cerámicas y tallas.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha lanzado una campaña para detener las ventas de tales piezas —aztecas, mayas, olmecas o de otros momentos históricos—- y pidió a los gobiernos que las devuelvan. También apremió a los coleccionistas privados a hacer lo mismo para su estudio, conservación y difusión entre la sociedad mexicana.
“Consideramos que la comercialización de piezas arqueológicas bajo la rúbrica de “arte” representa una inaceptable reducción del enorme legado cultural del cual son testimonio”, afirmó el gobierno el jueves en el comunicado en el que informaba del éxito conseguido en Viena.
El yugo tallado que iba a ser subastado en Austria, en la Galería Zacke, fue elaborado hace entre 1.000 y 1.500 años en la costa del Golfo de México.
El ejecutivo mexicano agregó que Zacke había accedido a ponerse en contacto con el propietario “en un gesto de empatía y responsabilidad corporativa” para que los poseedores del yugo lo entregaran voluntariamente.
Austria ha provocado la ira de López Obrador en otras ocasiones por negarse a devolver un tocado que supuestamente perteneció a uno de los últimos emperadores aztecas. El denominado Penacho de Moctezuma es un enorme semicírculo de plumas verdes de Quetzal, un ave colorida originaria de Mesoamérica, y adornos de oro que tiene más de un metro de ancho. Actualmente se encuentra en el museo de etnología de Viena.
Moctezuma, el emperador azteca, le dio el tocado de plumas como regalo al conquistador español Hernán Cortés en 1519, pero los funcionarios mexicanos admiten que Moctezuma probablemente nunca lo usó personalmente.
En febrero, López Obrador se quejó de que las casas de subastas francesas habían ido tan lejos que hasta enviaban fotos de algunas piezas a las autoridades arqueológicas de México preguntando si eran genuinas y poder así venderlas más caras. El presidente indicó que había emitido órdenes para que el Instituto Nacional de Antropología e Historia dejara de responder a tales solicitudes.
López Obrador también criticó al gobierno francés, que no ha hecho nada para detener una serie de subastas de este tipo en los últimos años, al asegurar que deberían seguir los pasos de Italia, cuyo gobierno se ha esforzado por identificar y devolver piezas históricas.
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