A través de las redes sociales, los usuarios avisaron a las langostas en los cielos del estado.
Vecinos de la zona poniente y norte de la ciudad de Mérida, Yucatán, reportaron la presencia de miles de langostas en los cielos del estado, mediante redes sociales.
Las mangas de langostas han llamado a la atención de los habitantes, que vuelan de oriente al poniente y norte, provocando una imagen poco vista en la ciudad.
Sin embargo, ciudadanos grabaron el momento de los insectos a su paso por diversas colonias.
Por su parte, la Unidad de Protección Civil de Yucatán no ha informado de alguna acción extraordinaria por el paso de las langostas.
En la misma conversación, muchos yucatecos señalaron que no era la primera vez que se da un fenómeno de este tipo; sin embargo, otros tantos aludieron a temas de apocalipsis y profecías bíblicas, pues conviene recordar que en el Libro del Apocalipsis, en el capítulo 9, se aborda el tema de las plagas de estos animales.
“Y del humo salieron langostas sobre la tierra y se les dio el poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y les fue mandado que no hiciesen daño a la hierba de la tierra ni a ninguna cosa verde ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes (...)”, se puede leer.
¿Qué son las langostas?
Las langostas, la plaga que invade Mérida, son insectos de patas largas con antenas y alas. Son consideradas un desastre natural devastador y son cercanas a los saltamontes.
En la región noreste de México, particularmente en los límites de la huasteca de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí, hay alrededor de un millón 800 mil hectáreas que tienen las condiciones climáticas y geográficas óptimas para la reproducción de langostas.
Tienen una antena larga, especialmente los machos; además de una franja blanca a lo largo del cuerpo; unas alas, que sobrepasan su longitud, con manchas en la base; una franja triangular café debajo de sus ojos; y una línea negra y obscura en su fémur.
Tal como lo dijeron algunos internautas, se trata de un fenómeno que ya se había presentado recientemente en la entidad peninsular durante 2021, en medio de la pandemia por COVID-19, lo que llevó a Quintana Roo a activar una alerta y monitorear con drones las franjas limítrofes de los dos estados.
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