Llega el momento que todos estábamos esperando. Será este domingo. Mientras, la NASA se está preparando para desviar el asteroide Bennu en el futuro, evitando potencialmente un impacto que podría ser tremendamente catastrófico para la Tierra.
Hay varios asteroides cuya órbita es potencialmente peligrosa para la Tierra. Uno de ellos, Bennu, es considerado uno de los dos 'asteroides más peligrosos conocidos'. Los expertos han determinado que esta roca espacial aproximadamente del tamaño del Empire State Building, representa una amenaza potencial para la Tierra. Por ello, la NASA inició una nueva misión cuyo fin es desviar la órbita de Bennu a una que no pueda ser lesiva en el futuro para nuestro planeta.
Los esfuerzos de la NASA para proteger la Tierra de las amenazas de asteroides ya no nos resultan tan ajenos, pues recordemos que hace unos meses, este proyecto de proteger nuestro planeta de posibles amenazas desviando asteroides, ya puso en práctica con la primera misión de Prueba de redirección de doble asteroide (DART) de la agencia contra Dimorphos, el asteroide de 160 metros de diámetro que desviamos a través de la misión DART allá por 2022. El impacto de la sonda espacial logró que la órbita del astro se modificara 32 minutos como consecuencia de la colisión
“Por primera vez en la historia, la humanidad ha cambiado la órbita de un objeto planetario”, destacó en su momento Lori Glaze, directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA.
Peligro potencial
Ahora, le toca el turno a Bennu. Este asteroide se aproxima a la Tierra cada seis años, pero la mayor preocupación llegará el 24 de septiembre de 2182 cuando el asteroide tiene 1 probabilidad entre 2.700 (un 0,037% de posibilidades) de colisionar con nuestro planeta con una fuerza equivalente a 22 bombas atómicas. Si golpeara la Tierra, podría crear un cráter de unos 10 kilómetros ancho y desatar devastación en un radio de 1.000 kilómetros.
En 2135, Bennu se acercará lo suficiente a la Tierra como para que su atracción gravitacional pueda ejercer una influencia que coloque al asteroide en una trayectoria para golpear nuestro planeta el 24 de septiembre de 2182, dentro de casi 159 años.
Para entender mejor este asteroide
Estudiar a Bennu es importante a pesar de las pocas posibilidades de chocar con la Tierra. Las rocas y el polvo de Bennu también permitirán a los científicos comprender cómo se formó el sistema solar hace unos 4,500 millones de años. Por ello, desde su descubrimiento en 1999, la NASA se ha centrado en su investigación. Así, tras enviar la nave espacial OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security – Regolith Explorer), el próximo domingo 24 de septiembre, la primera muestra de asteroide recolectada en el espacio por esta misión, realizará un aterrizaje controlado en la Tierra, apunta la agencia espacial estadounidense.
OSIRIS-REx de la NASA fue a Bennu equipado con las herramientas para mapear el antiguo asteroide, una especie de cápsula del tiempo del sistema solar primitivo, y recolectar muestras raras de este material casi intacto. Fue en octubre de 2020, cuando la nave espacial realizó un aterrizaje histórico en la superficie de Bennu, recogiendo aproximadamente 250 gramos de material rocoso que ahora estamos a punto de ver caer a la Tierra.
La cápsula del tamaño de una mininevera y preparada para soportar temperaturas de fricción dos veces más altas que el magma fundido, se lanzará hacia la Tierra a 45,000 kilómetros por hora, pero su velocidad se reducirá gracias a los paracaídas. Está previsto que aterrice en el desierto del Gran Lago Salado en Utah. Todo el mundo podrá seguir el evento en directo a través de la web de la NASA, la app de la agencia o su canal de Youtube. El equipo de recuperación tomará medidas para recuperar la cápsula rápidamente, asegurando que la muestra no esté contaminada por el medio ambiente de la Tierra.
Luego viajará al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas, donde la muestra será documentada, dividida y distribuida a científicos de todo el mundo para probablemente décadas de análisis. Todos los datos recopilados por OSIRIS-REx ayudarán en esfuerzos futuros para desviar a Bennu en el peor de los casos.
"El material prístino del asteroide Bennu ayudará a arrojar luz sobre la formación de nuestro sistema solar hace 4.500 millones de años y tal vez incluso sobre cómo fue la vida en la Tierra", dijo Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
留言