Una tormenta otoñal potente azotó algunas partes de Europa el jueves, causando la muerte de cuatro personas en Polonia y daños y perturbaciones en una franja extensa del continente.
De acuerdo con reportes de medios polacos, el área más afectada son los alrededores de la ciudad occidental de Breslavia, donde ráfagas de viento derribaron un camión de entregas, provocando la muerte del conductor. En otro sitio, la tormenta derribó el muro de un edificio que estaba siendo renovado, un incidente en que un trabajador murió aplastado y un árbol cayó sobre un coche en que viajaban a dos personas, quienes murieron.
La cadena TVN24 reportó que un muro de concreto se vino abajo en la capital Varsovia, lesionando a una mujer —que tuvo que ser hospitalizada.
La tormenta tocó tierra el miércoles en la región de Bretaña, en la costa atlántica de Francia, donde derribó árboles, dañó edificios y dejó sin electricidad a un cuarto de millón de hogares la mañana del jueves.
Los servicios ferroviarios se vieron interrumpidos por árboles derribados regados por las vías en Francia, Alemania y Holanda, y muchos techos de edificios resultaron dañados, incluida una parte del estadio utilizado por el equipo de fútbol profesional de la ciudad portuaria de Amberes, en Bélgica.
Un tornado provocó daños el jueves por la mañana en Schwentinental, una ciudad cercana a la localidad portuaria de Kiel, en la costa alemana del mar Báltico. Kai Laessig, funcionario del Departamento de Bomberos, comentó a la agencia alemana de noticias dpa que el tornado había destruido invernaderos y derribado árboles, los cuales impactaron automóviles, pero nadie resultó herido. Varias casas resultaron dañadas.
Medios locales publicaron que cuatro personas sufrieron lesiones en la localidad holandesa de Barendrecht, en el extremo sur de Róterdam, luego que ráfagas fuertes de viento arrancaron árboles y tejas de los techos en una zona residencial en las primeras horas de la mañana.
La tormenta también azotó algunas partes del sur de Inglaterra, con lluvias y vientos fuertes que provocaron alertas de inundación. La Agencia Ambiental de Gran Bretaña informó que la barrera del Támesis fue cerrada para evitar que Londres se inundara. Señaló que protegerá la capital “de una marea alta como resultado de las bajas presiones y los vientos del norte que coinciden con las mareas de primavera”.
La velocidad del viento alcanzó los 175 kilómetros por hora (109 millas por hora) en la localidad de Fecamp, en la región de Normandía, en el norte de Francia, de acuerdo con el servicio de meteorología.
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